Artículo de Christina Hecker, MD, y Stefanie Brauer en Medtec Online el 23.06.2022
Reprocesamiento de instrumental médico bajo aspectos de sostenibilidad en la práctica ambulatoria
No es fácil de implantar, pero es posible - si fabricantes y usuarios se unen
Desechable frente a reutilizable: el reprocesamiento del instrumental médico bajo aspectos de sostenibilidad en la práctica ambulatoria
No es fácil de implantar, pero es posible - si fabricantes y usuarios se unen
- La decisión entre instrumentos reutilizables y desechables no es sólo una cuestión de protección del clima y sostenibilidad, sino también una decisión financiera.
- Para encontrar respuestas a los retos ecológicos de nuestro tiempo, tenemos que pensar con originalidad y desarrollar nuevos modelos (de negocio).
- Todos los factores del reprocesamiento deben tenerse en cuenta ya en la fase de desarrollo del producto.
El uso de instrumental desechable en la atención al paciente aumenta constantemente. Especialmente en el ámbito de los plásticos, es evidente que la demanda de determinadas materias primas para la producción de productos médicos desechables se ha duplicado en los últimos 15 años (Statista, 2021). Las estimaciones sugieren que la tendencia continuará y que la cantidad incluso se habrá triplicado para 2025 (ibíd.). La demanda de materiales para productos médicos reutilizables, como los metales, sólo ha aumentado ligeramente durante el mismo periodo. Esta tendencia se observa tanto entre los médicos que ejercen en el ámbito privado como en las clínicas. Para gestionar una consulta climáticamente neutra y sostenible, también hay que tener en cuenta el impacto ecológico de los productos médicos utilizados. Pero, ¿qué significa esto y qué posibilidades existen en el ámbito del instrumental reutilizable y desechable?
Utilización de instrumentos en la práctica
En las consultas privadas, los productos sanitarios son necesarios para diversos procedimientos. Pueden ser desde pequeños procedimientos como la eliminación de una marca de nacimiento hasta intervenciones ambulatorias de mayor envergadura. La cantidad y el tipo de instrumental utilizado dependen del tipo de procedimiento, de la especialidad y, por supuesto, de las preferencias de la persona que trata al paciente. Pero, ¿qué ocurre después con el instrumental utilizado?
En la actualidad, son habituales los dos escenarios siguientes:
- Cuando se utilizan productos médicos desechables, se eliminan.
- Cuando se utilizan productos médicos reutilizables, se reprocesan en la práctica.
Uso de productos desechables
Los productos médicos desechables, por ejemplo de acero inoxidable médico, se embalan de forma segura y acaban en los residuos domésticos. Los componentes metálicos se filtran y funden en la gestión de residuos, pero no se clasifican por tipos. El acero inoxidable médico de alta calidad se convierte así en un producto de calidad inferior: el clásico "downcycling". No se puede hablar aquí de un ciclo de funcionamiento.
Uso de productos reutilizables
En el caso de los productos médicos reutilizables, existe una vía principal: la propia consulta los reprocesa. Al mismo tiempo, el esfuerzo necesario para el reprocesamiento, por ejemplo con la esterilización por vapor en un autoclave, es complejo y costoso (costes de adquisición, espacio, formación del personal, mantenimiento y validación del equipo requeridos regularmente, etc.). Además, el proceso en sí debe estar totalmente documentado y sólo puede ser llevado a cabo por personal formado. Además, la responsabilidad de cualquier error recae en la propia consulta. Compartir recursos esterilizando productos sanitarios de diferentes consultas en el mismo edificio también es demasiado arriesgado debido a la responsabilidad y, por lo tanto, no es factible. El uso de productos médicos desechables es, por tanto, obvio, pero no es una solución satisfactoria y a prueba de futuro desde el punto de vista de la sostenibilidad.
Así que, para reducir el impacto ecológico debido a la elevada generación de residuos de envases e instrumentos desechables, sería mejor preferir los productos reutilizables y reprocesarlos, a pesar de todos los riesgos. Además, muchos productos de un solo uso no pueden cumplir todos los requisitos de calidad. Otra razón para dar preferencia a los productos reutilizables.
El reto del reciclaje desde un punto de vista ecológico
El tipo y el esfuerzo de reprocesamiento dependen de varios factores, que se enumeran principalmente en la norma ISO 17664 y en las recomendaciones del Instituto Robert Koch. Por un lado, se evalúa la criticidad del producto: desde no crítico (productos que entran en contacto con la piel intacta como máximo), pasando por semicrítico (productos que entran en contacto con las mucosas y la piel no intacta), hasta crítico (productos que penetran en partes estériles del cuerpo). Además, se distingue entre las clases A (sin requisitos especiales para el reprocesamiento) y B (con requisitos especiales para el reprocesamiento). De ello se derivan los procedimientos permitidos para el reprocesamiento, por ejemplo, si se permite el reprocesamiento manual o mecánico.
Necesariamente, los autoclaves deben estar en uso el mayor tiempo posible para que sean rentables para la consulta y, al mismo tiempo, cumplan los requisitos de sostenibilidad. Esto incluye también que los productos puedan repararse y que las piezas de desgaste puedan sustituirse de forma fácil y rentable.
Diseño y materiales
Además, el esfuerzo necesario para el reprocesamiento depende crucialmente del propio producto sanitario. A pesar de algunos esfuerzos y avances en este sentido, los fabricantes siguen teniendo el gran reto de desarrollar los productos sanitarios de forma que puedan reprocesarse con la mayor facilidad posible. La geometría debe elegirse de forma que todas las zonas sean lo más fácilmente accesibles posible y se eviten, por ejemplo, cavidades o bordes y mecánicas difíciles de limpiar. Al mismo tiempo, es importante encontrar el material adecuado para garantizar el mayor número posible de ciclos de reprocesamiento con una calidad constante del producto. La elección del método de reprocesamiento y los productos químicos utilizados también deben tenerse en cuenta durante el desarrollo del producto.
Mantenimiento y reparación
En este caso, la gestión sostenible de la práctica depende de la voluntad de cooperación de los fabricantes, ya que sin el interés por proporcionar piezas de desgaste y de recambio -a menudo también durante un largo periodo de tiempo- y por desarrollar productos adecuados, no es posible un uso significativo. Aunque el derecho a la reparación fue aprobado por el Parlamento de la UE, no se espera una propuesta de directiva de la Comisión Europea hasta mediados/finales de 2022. La tendencia hacia más productos desechables es comprensible desde la perspectiva de la economía de mercado, que se centra en la maximización de los beneficios a corto plazo y no tiene en cuenta los costes globales de seguimiento, pero es totalmente contraria a una respuesta sensata a los retos ecológicos de nuestro tiempo.
Reprocesamiento externo
Otra opción para minimizar tanto el esfuerzo como los riesgos en las prácticas y reducir el impacto ecológico es utilizar reprocesadores externos. En la práctica, sin embargo, esto resulta más complicado de lo esperado:
- Financieros: Se necesitan más instrumentos para disponer siempre de un número suficiente. El servicio es, por término medio, el doble de caro que hacer el reprocesamiento uno mismo.
- Ecológico: Hay relativamente pocos reprocesadores, el transporte también debe tenerse en cuenta en el balance.
Sin embargo, si los consultorios muestran un mayor interés por este modelo, es concebible que se desarrolle una red nacional de reprocesadores, de modo que el reprocesamiento externo pueda ser una auténtica alternativa ecológica que, al mismo tiempo, alivie la carga de los consultorios, tanto en términos de personal como de riesgo de responsabilidad.
Si se piensa más en el tema, en el sentido de una economía colaborativa, son concebibles aún más enfoques: Es importante que las personas que tratan a los pacientes reciban las herramientas adecuadas. Pero, ¿tienen que ser las suyas propias? ¿No podría un reprocesador mantener un fondo común de instrumental del que las consultas pidan el material que necesiten -prestado, por así decirlo- y lo devuelvan tras su uso? Sobre todo en el caso de las intervenciones poco frecuentes, no habría necesidad de mantener en stock instrumental especial y podrían encargarse conjuntos quirúrgicos adaptados a las respectivas intervenciones previstas. Esto minimizaría el reprocesamiento innecesario debido a conjuntos montados incorrectamente y ahorraría recursos para el reprocesamiento, el embalaje y el transporte.
Conclusión
En el campo de los instrumentos reutilizables y desechables, existe un gran potencial en términos de gestión sostenible de las prácticas. Tanto los fabricantes como los usuarios están llamados a ofrecer alternativas y a solicitarlas. El marco jurídico relativo al derecho a la reparación aún se está debatiendo en Bruselas; actualmente no está claro qué requisitos tendrán que cumplir los fabricantes.
Enlaces externos
https://www.rki.de/DE/Content/Infekt/Krankenhaushygiene/Aufb_MedProd/Aufb_MedProd_node.html
Referencias normativas
https://www.beuth.de/de/norm/din-en-iso-17664-1/344664906
Fuentes y referencias
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